Ya han transcurrido casi 3 años desde que los 129.000 afectados por la comercialización de este producto financiero vieron como una parte importante de sus ahorros depositados, bajo la más absoluta confianza en el Banco Santander, se esfumaban entre la indignación de éstos, y la pasividad y prepotencia por parte de quien ya sabemos.
Pues bien, los afectados ni olvidan ni perdonan, y afortunadamente a muchos de los jueces que conocen del problema tampoco les tiembla la mano a la hora de dictar sentencias que condenan a Banco Santander a devolver los ahorros de los afectados por la mala comercialización de este producto financiero, complejo y de riesgo que, sin embargo, se vendió como un producto de ahorro, rentable y seguro.
Podemos recordar que en octubre de 2007 el Banco de Santander realizó una emisión de “Valores” por un importe total de siete mil millones de Euros, con el objeto de financiar la adquisición de parte del Banco holandés ABN Amro. Cinco años más tarde estos «Valores», en realidad obligaciones subordinadas necesariamente convertibles, se canejaron por acciones del Banco, pero a un precio de conversión fijado 5 años antes, justo previo a la crisis financiera que redujo a más de la mitad el precio de sus acciones, con las consecuentes pérdidas.
Como ejemplo, incorporamos en este post, esta SENTENCIA dictada por el Juzgado de Primera Instancia número 2 de Girona del pasado día 10 de junio, y en la que se destaca, por un lado, la complejidad del producto, y la consecuente obligación que tenía el Banco Santander de informar sobre sus riesgos y características, siendo que la información ofrecida tanto verbal como escrita fue insuficiente y equívoca ya que se vendió como un producto de ahorro; y por otro lado, se hace eco del perfil poco cualificado de las reclamantes y el abuso de confianza cometido por la entidad financiera al colocarles este tipo de producto absolutamente inidono a su perfil.
En fin, a pesar de los intentos de Banco Santander de silenciar por todos los medios esta situación, en nuestro caso no cesaremos de dar a concer esta malapraxis para su vergüenza.
Oscar Serrano
mala práctica bancaria 