El próximo día 25 de noviembre de 2015, miles de tenedores de bonos convertibles del Banco Popular se verán afectados por pérdidas de, al menos, el 40% en el valor de su inversión como consecuencia de la conversión obligatoria de sus bonos en acciones de la Entidad.
En 2009, y en plena crisis financiera, Banco Popular, como otras entidades bancarias, intentó esquivar las dificultades para obtener liquidez en el mercado interbancario con una emisión por valor de 700 millones de euros de un producto llamado bonos convertibles que comercializó entre los sus clientes.
En apariencia -y sólo en apariencia- el funcionamiento de este producto es sencillo: durante un tiempo, se garantiza a los clientes una rentabilidad determinada. Superado este período, los bonos se transforman en acciones con un precio previamente estipulado y, si quieren, los nuevos accionistas pueden vender sus participaciones en el mercado bursátil.
Miles de personas suscribieron lo que creían era un depósito con el capital garantizado y una atractiva rentabilidad, en muchos casos siguiendo la sugerencia de los empleados de la entidad y coincidiendo con el momento de renovación de los depósitos que tenían en Banco Popular. La mayoría de ellos, sin ninguna posibilidad de imaginar que la cotización de las acciones de la entidad caería en picado desde los 16 euros de septiembre de 2009 -momento de la emisión de los bonos convertibles- hasta los actuales 4,65 €.
Y es esta espectacular merma en el precio de cotización de Banco Popular donde radica la amenaza que se cierne sobre los tenedores de bonos convertibles y que se materializará fatalmente para miles de ahorradores el próximo día 25 de noviembre. Ese día, su inversión en bonos se transformará en acciones de la entidad, pero no lo hará según el precio actual sino que la conversión se hará al precio de 17,75 euros. Es decir, comprarán por casi 18 euros unas acciones que en el mercado valen menos de cinco. En total, una devaluación de la inversión superior al 70% y que, en todo caso, incluso descontando el dinero percibido en concepto de remuneración de la inversión durante estos años, se situará con toda seguridad por encima del 36%.
El precedente de Valores Santander
La situación que afrontan los clientes afectados de Banco Popular es idéntica a la que sufrieron a finales de 2012 buena partes de los 129.000 tenedores de obligaciones convertibles de Banco Santander. En este caso – que en su momento llegó a ser motivo de escándalo y protagonista de durísimos artículos contra la entidad en medios como el Financial Times- la minusvalía de la inversión fue superior al 40%.
Como sucederá sin duda con los bonos de Banco Popular, el Santander se enfrentó a un verdadero aluvión de reclamaciones judiciales que se han resuelto en forma de numerosas sentencias que condenan la entidad a la devolución del dinero volatilizado al considerar que el banco no ofreció información suficiente a sus clientes sobre los riesgos que asumían con su inversión. Una crítica que se hace perfectamente extensible a la actuación de Banco Popular -en la mayoría de casos, no ofreció información clara y rigurosa sobre la posibilidad de pérdidas en la inversión- y que supone un evidente incumplimiento de las severas restricciones que la normativa MIFID y la Ley de Mercados de Valor impone a las entidades financieras a la hora de comercializar a clientes no profesionales o sin historial previo de inversiones de riesgo productos de renta variable y sometidos a posibles fluctuaciones de valor como son los bonos convertibles.
En Col.lectiu Ronda ya estamos atendiendo a las consultas de clientes afectados y preparando acciones judiciales para exigir justas reparaciones para recuperar las pérdidas que se materializarán a partir del próximo día 25 de noviembre.
Oscar Serrano.
2 comentarios sobre “Bonos convertibles del Banco Popular. ¿Otro engaño de la banca?”