El Juzgado de Primera Instancia n º 25 de Barcelona ha sentenciado la nulidad de un producto financiero de alto riesgo – un swap hipotecario-ofrecido por Caixa Tarragona [actual CatalunyaCaixa] a una escuela concertada. Supuestamente, el swap debía proteger la entidad contra posibles subidas del Euribor que encareciera sus préstamos hipotecarios pero, a la hora de la verdad, acabó causando unas pérdidas en la escuela que a estas alturas ya suman 1,200.000 Euros.Según la resolución, Caixa Tarragona incumplió la obligación de ofrecer a su cliente información clara y precisa que le permitiera entender y valorar los riesgos que asumía contratando dicho swap |
Adquisición de un nuevo local
Después de agotar los plazos del contrato de alquiler de las que habían sido sus instalaciones académicas, los representantes de una escuela concertada de Barcelona iniciaron la búsqueda de un nuevo local que se adaptara a sus necesidades de espacio. La intención era adquirir el espacio en propiedad, operación de alto coste que CatalunyaCaixa, la entidad con la que habían trabajado siempre, se ofreció a financiar mediante la contratación de un préstamo hipotecario. La hipoteca, sin embargo, no llegó sola. Aconsejados por el personal de CatalunyaCaixa, los responsables de la escuela suscribieron un producto llamado swap hipotecario con un valor nominal de 8,600,000 Euros. Este producto era, según les explicaron, un seguro contra futuras subidas del Euribor que pudieran encarecer los pagos mensuales de la hipoteca, de tal forma que el préstamo, contratado con un tipo variable de interés, pasara a tener un tipo fijo .
La sentencia afirma, sin embargo, que las explicaciones de CatalunyaCaixa no incluyeron datos tan relevantes como el coste de cancelación del producto y, sobre todo, la posibilidad de que el swap comportara la obligación de hacer frente al pago de grandes cantidades si el Euribor en vez de seguir subiendo comenzaba a bajar, tal y como sucedió justo después de suscribir el supuesto seguro en el año 2008. El resultado: la escuela ha tenido que pagar a CatalunyaCaixa 1.200.000 euros además de hacer frente a los pagos ordinarios de la hipoteca. Una cantidad que la entidad deberá devolver a la escuela después de que el juez considerara que el contrato es nulo dada la falta de información y transparencia exhibida por Catalunyacaixaa la hora de enunciar los riesgos de contratar un swap. |
¿Un seguro?
Entre los años 2006 y 2008, diferentes entidades financieras de España ofrecieron a muchos de sus clientes la posibilidad de contratar productos financieros complejos y de alto riesgo llamados permutas financieras del tipo de interés. Según la entidad y las características concretas del producto, estas permutas recibieron el nombre de swap, IRS o collar, entre otras denominaciones.
En muchos casos, bancos y cajas presentaron los swaps hipotecarios similares al que afectaba la escuela que hoy nos ocupa como una especie de seguro contra subidas del Euribor que ofrecía cobertura en caso de fluctuaciones al alza de los tipos de interés. Desgraciadamente, pocos clientes fueron conscientes de que en caso de que el EURIBOR dejara de subir como lo hizo entre 2006 y 2008 y comenzara a disminuir, el mal llamdo seguro podría ocasionar notables pérdidas. Es así como los swaps han acabado para proteger en exclusiva los intereses de las propias entidades y no los de sus clientes, que se ven obligados a compensar los ingresos que dejan de percibir bancos y cajas que comercializaron este producto como consecuencia de la minoración del Euribor. |
Prudencia y transparencia
En su resolución, el Juzgado de Primera Instancia n º 25 de Barcelona considera que la entidad incumplió su obligación legal de gestionar de forma prudente los intereses de sus clientes y de informarles sobre los riesgos que asumen con sus operaciones. Un error inexcusable ‘especialmente grave tratándose, como es el caso, de un cliente minorista sin los necesarios conocimientos financieros para entender y ponderar adecuadamente las características de un producto’ altamente sofisticado ‘calificado por la propia Comisión Nacional del Mercado de Valores como ‘de alto riesgo’ y ‘difícil de entender para un usuario habitual «. |
Clientes minoristas
A pesar de ser un producto abiertamente desaconsejado por la CNMV y las autoridades europeas para clientes minoristas, lo cierto es que ha sido precisamente este perfil de cliente, sin vinculación profesional ni experiencia previa en el mundo de las finanzas, el principal damnificado por la comercialización de swaps, la mayoría de ellos vinculados a préstamos hipotecarios. Ahora, con el Euribor situado en mínimos históricos, estos productos están causando grandes pérdidas a sus suscriptores, muchos de ellos incapaces de seguir hacer frente al pago combinado de las liquidaciones negativas causadas por swap y los plazos de su hipoteca. |